26 de abril de 2012
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12 de abril de 2012
10 de abril de 2012
un alfabeto de cinco letras

Los espacios α son los espacios más representativos, más públicos, más amplios. Están construídos en hormigón y en contacto con el suelo. Son espacios abstractos, permanentes. Tienen un programa determinado: biblioteca, comedor, sala de exposiciones.
Los espacios β son los espacios sin nombre que ahora toman el nombre del proyecto. Son los espacios sin programa que van a cualificar y completar el proyecto, hacer lugar a lo no previsto. Son espacios flexibles, hechos de piezas, construídos por montaje continuando la estructura del suelo. Son espacios comunitarios, semiabiertos, que relacionan, conectan y apoyan a α, γ, δ y ε.
Los espacios γ son los espacios servidores, los cuartos-máquina. Son espacios γ las cocinas, los laboratorios, los espacios de almacenamiento, los aseos, los accesos rodados, los cuartos de instalaciones, las habitaciones de los trabajadores. Se sitúan por debajo del forjado, van colonizando el espacio en función de las necesidades.
Los espacios δ son células de programa, espacios modulares que se repiten: habitaciones, aulas, despachos, consultas. Son elementos prefabricados que se enchufan a los espacios β. Son variables en número, pueden sumarse o restarse. Son espacios privados, con doble piel. Sus materiales son la madera (interior) y el metal (estructura).
Por último, los espacios ε son elementos considerados a veces "no arquitectónicos", elementos accesorios pero necesarios. No queremos esconderlos: las persianas, las contraventanas, las antenas, los tubos, las instalaciones, las sombrillas, los cerramientos, las barandillas, los cables y los toldos forman parte del proyecto. pertenecen al mundo de lo móvil, lo desplegable, lo instalable, lo extensible, lo desmontable. Sus elementos son metálicos, vegetales, plásticos o textiles.

4 de abril de 2012
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